Si me vuelves a echar, que sea de menos...
Si me vuelves a echar... ojalá sea de menos... No te diré que no voy a estar aquí, sabes de sobra que seguiré junto a ti pase lo que pase. Sentí que te rozaba con las yemas de los dedos, quise creerme que todo estaba bien, demostraré algún día cuánto te quise, quiero y querré, pero como tú dices, hay que saber quererte... Realmente jamás lo podrás saber, lamentablemente te puede la angustia, lógicamente esperas tranquilo a que pase la vida, sin pararte a pensar por un momento que después del infierno SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE se acaba encontrando el paraíso...
Otro día me paso, y te cuento algo más...